A través de la Proclamación y la Enseñanza del Evangelio de Jesucristo, estimulando el desarrollo espiritual de los verdaderos discípulos formando líderes espiritualmente maduros y fructíferos promoviendo la formación de personas íntegras y comprometidas con Dios y la sociedad, para que vayan y enseñen a otros, en el nombre del Padre, de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo, haciéndolos discípulos de Cristo y partícipes de la familia de Dios.